Siempre que escucho hablar sobre la cuesta de enero.
Me recuerda a mi infancia.
El lunes mi profesora nos decía que el viernes teníamos examen.
Todos gritábamos lo mismo escandalizados ¿examen o control?
El control era más fácil.
La profesora contestaba muy tranquila, nos toca hacer examen.
Tenéis que acostumbraros a estudiar todos los días.
Yo con 8 años, tenía demasiadas distracciones en mi día a día como para ponerme a estudiar todos los días.
Durante la semana de lunes a miércoles vivía despreocupado como si el examen nunca fuese a llegar.
El jueves cuando sonaba el timbre puntual a las 5 de la tarde empezaba el malestar porque el examen era a primera hora y entraba un tema entero.
Menos mal que entraba un tema y era un niño con buena memoria, que siempre me dio para esforzarme lo justo y aprobar.
Pero tengo una mala noticia que darte.
Con el dinero no aprobamos por los pelos.
Esta actitud la veo con muchas personas que contratan mis servicios, viven como si el examen nunca fuera llegar.
No solo pasa con la cuesta de enero, que más que cuesta se debería llamar resaca de jägermeister porque no te acuerdas de cómo te has gastando tanto dinero en tan poco tiempo.
Las vacaciones de verano es otros de los puntos calientes del año.
Siempre pienso lo mismo sabemos perfectamente que estas fechas son inamovibles en el calendario y que nos encanta disfrutarlas.
¿Por qué coño no planificamos antes estos gastos?
He llegado a la conclusión que es porque nadie nos ha enseñado y además hay personas que son auténticos expertos en pagar tarjetas de crédito y préstamos para tapar agujeros.
Nos resulta más fácil pedir dinero al banco que asumir el control económico de nuestra casa.
Se que soy muy pesado, pero yo no conozco otra manera de poner en orden la economía de una casa.
Si de verdad quieres empezar anota donde va cada céntimo de euro y haz un presupuesto.
No lo dudes empieza ahora mismo.