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Tu cerebro es vago

Recuerdo cuando estaba en el instituto.

Cuando te daban una fecha para entregar una trabajo, para mi era como si ya no hubiera nada más después de es fecha.

¿Que ocurría?

Que lo dejaba para última hora.

El día que te daban la fecha sobre valoraba, las ganas que tendría de hacerlo poco a poco.

Pero sino fuera por esa fecha límite jamás lo habría entregado.

Esto lo he descubierto leyendo un libro de como tomamos las decisiones la personas.( libro las trampas del deseo)

En este libro contaba una experimento con 3 clases de alumnos que le proponían entregar 3 trabajos de forma distinta.

A la primera le daban fechas obligatorias de entrega.

A la segunda le decían que no tenias fechas, que su único límite era el último día del curso.

A la tercera de ofrecían que los propios alumnos decidieran las fechas.

Si hubiera tenido que elegir que clase sacará mejores notas, hubiera elegido la número 3.

Pero la realidad es que el alumnado que saco mejores notas fue el que tenía las fechas impuestas, en segundo puesto quedó la clase que eligió las fechas y en tercero lo que tenias hasta el último día.

Lo que le ocurrió a los alumnos de llama desidia.

La desidia es falta de ganas de interés o de cuidado al hacer una cosa.

Lo que descubrió el experimento que la desidia sumada a nuestras buenas intenciones que se quedan en eso intenciones.

Con el dinero pasa exactamente lo mismo, tenemos buenas intenciones para ahorrar, quitarnos deudas o comprar menos cosas.

La buenas intenciones nos hacen sentir muy bien, pero cuando llega el momento de transformar la intención en acción, es cuando la desidia nos puede.

Por eso es importante automatizar y sistematizar la gestión de tu dinero.

Si quieres a prender a hacerlo pincha aquí.