Cada vez que voy a la compra, mi objetivo es no pasar por el pasillo de las galletas, porque se que no hay nada bueno para mi salud.
El día que consigo salir del supermercado sin ninguna guarrada me voy a casa muy contento, porque acabo de garantizarme comer sano durante la semana.
Pero……
Mierda, esto no es siempre así, el día que cojo el paquete de galletas rebuenas, previamente me he dado 7 vueltas por el supermercado sin buscar nada en concreto. Luchando como mi mente para no cogerlo, pero en la primera vuelta, la pelea la ha ganado mi cerebro.
Cuando llego a casa las guardo corriendo en el armario, pero se de sobra que es la crónica de una muerte anunciada.
Puede que este 3 o 4 días soportando no comerme el paquete, pero se que al final tarde o temprano, se que caeré.
En el momento que abro el paquete no solo no me puedo comer una, sino que termino comiéndome cuatro o cinco. Y después del crimen, viene el remordimiento.
Me siento fracasado porque no he sido capaz de soportar la tentación.
Seguro que te ha pasado los mismo cuando has intentado ahorrar, te juras y te perjuras que este mes te va a sobrar dinero y los vas ahorrar.
Pero te pasa igual que a mi con las galletas, ya has fracasado antes de que ocurra.
Te propongo que ahora te lo pongas fácil.
En vez de esperar a final de mes para guardar el dinero, decide hacerlo al revés, elige una cantidad, pero ahórrala a principio de mes.
Ya verás como al final de mes, no has renunciado a nada y lo has hecho con poco esfuerzo.
Y encima te vas a sentir muy bien por lograr lo que te has propuesto.
Pd: por si te apetece seguir aprendiendo de finanzas personales.