La soberbia.
Es el sentimiento donde te sientes superior frente a los demás y provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.
En la economía domestica muchas veces la tratamos con soberbia, porque no nos parece lo suficiente importante para ocuparnos de ella.
Socialmente se ha instaurado que la gestión del dinero está reservado única y exclusivamente a grandes fortunas, grandes empresas y para cuando te toque la lotería.
Este es un error que esta extendido en la sociedad a muchos niveles tanto para personas que trabajan por cuenta ajena como las que trabajan por cuenta propia.
Si vamos al origen de la economía, si analizamos la etimología de la palabra viene del latín de “oeconomia” y esta a su vez del griego “oikonomía” que significa dirección o administración de una casa.
Olvídate de tratar con soberbia la administración del dinero de tu casa y comienza a dar pequeños pasos para poder cambiarla.
No pienses que la economía va sobre acciones, bonos, la prima de riesgo, formulas financieras imposibles etc.
La gestión del dinero de tu casa va de lo siguiente.
Ser consciente de dónde y como gastas el dinero que entra, y para que consigas darte cuenta solo tienes que contabilizar tus ingresos y gastos.
Las únicas operaciones matemáticas que tienes que saber son sumar y restar.
¿Si es tan fácil porque no lo hago?
En la sociedad actual queremos las cosas demasiado rápido y si no lo son consideramos que no sirven para nada.
Imagínate que plantas una semilla de tomate y al día siguiente te dedicas a ir al sitio donde la has plantado, lo único que haces es preguntarle porque no crece, le dices que vaya semilla más lenta.
No vuelves a regarla más durante cinco meses y, transcurrido ese tiempo vuelves a comprobar que la planta no ha crecido y te vas con la sensación de que tienes razón.
Eso es lo que pasa con muchas personas que intentar poner en orden sus finanzas personales han tardado muchos años en encontrarse en una situación límite, pero quieren ponerlas en orden de un día para otro.
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